Advertencia
re: Advertencia
Hermoso poema, amigo Juan, que, aunque en líneas generales me ha gustado, pienso que tiene algunos detalles mejorables.
Pretender que esta tarde vuelva el rostro y te contemple
o que escuche en este instante,
entre ese mestizaje de sonidos,
-marchándose o llegando
hasta o desde mí, o a mi través, como si fuera
para los vientos este lugar la encrucijada-
el que produce el contorno de tus dientes
al penetrar en la zanja de tus labios,
quizá que piense en ti,
es una ofensa.
Este grupo creo que merece una revisión. Por regla general los “ese” (mestizaje de sonidos), “el que” (produce el contorno…), “quizá que” (por el “que”), suelen ser motivos que restan calidad literaria. Sintácticamente, a mi juicio, no está bien construido, se pierde el sentido porque las aposiciones son demasiado largas y porque falta desarrollo referencial.
No a mí, que mis palabras
apenas sí conmueven al silencio,
sino a aquellos que reciben cada día,
sobre sus párpados calmos,
la luz recién duchada, laboriosa,
y esperan cada noche que las sombras
allanen, al abatirse, el camino
al satélite tenaz que te relata.
Bien, pero, “que” (mis palabras) y "sí" (conmueven), ambos prescindibles, y“aquellos” (que reciben), sustituible buscando enriquecer el discurso.
Ellos son a los que obligas a observarte,
los que aceptan sin remedio tu murmullo
y por ello no se escapan de inferirte.
A ellos témelos, no los provoques,
porque sin duda vengarán tu impertinencia.
Bien. Quizá, “ellos son quienes obligas a observarte", o tal vez sería mejor sustituir "quienes" por un elemento más enriquecedor, por ejemplo, un sustantivo, etc. “Los que”, es sustituible por una palabra enriquecedora, por ejemplo, “espectros”, “liturgias”, (que aceptan sin remedio…), en fin, algo que se te ocurra para sustituir artículos, conjunciones…
Ha sido un placer leerte, siempre lo es, porque tus trabajos, mejores o peores, siempre son aportaciones, suman, colega.
Un cordial abrazo.
Pretender que esta tarde vuelva el rostro y te contemple
o que escuche en este instante,
entre ese mestizaje de sonidos,
-marchándose o llegando
hasta o desde mí, o a mi través, como si fuera
para los vientos este lugar la encrucijada-
el que produce el contorno de tus dientes
al penetrar en la zanja de tus labios,
quizá que piense en ti,
es una ofensa.
Este grupo creo que merece una revisión. Por regla general los “ese” (mestizaje de sonidos), “el que” (produce el contorno…), “quizá que” (por el “que”), suelen ser motivos que restan calidad literaria. Sintácticamente, a mi juicio, no está bien construido, se pierde el sentido porque las aposiciones son demasiado largas y porque falta desarrollo referencial.
No a mí, que mis palabras
apenas sí conmueven al silencio,
sino a aquellos que reciben cada día,
sobre sus párpados calmos,
la luz recién duchada, laboriosa,
y esperan cada noche que las sombras
allanen, al abatirse, el camino
al satélite tenaz que te relata.
Bien, pero, “que” (mis palabras) y "sí" (conmueven), ambos prescindibles, y“aquellos” (que reciben), sustituible buscando enriquecer el discurso.
Ellos son a los que obligas a observarte,
los que aceptan sin remedio tu murmullo
y por ello no se escapan de inferirte.
A ellos témelos, no los provoques,
porque sin duda vengarán tu impertinencia.
Bien. Quizá, “ellos son quienes obligas a observarte", o tal vez sería mejor sustituir "quienes" por un elemento más enriquecedor, por ejemplo, un sustantivo, etc. “Los que”, es sustituible por una palabra enriquecedora, por ejemplo, “espectros”, “liturgias”, (que aceptan sin remedio…), en fin, algo que se te ocurra para sustituir artículos, conjunciones…
Ha sido un placer leerte, siempre lo es, porque tus trabajos, mejores o peores, siempre son aportaciones, suman, colega.
Un cordial abrazo.
Re: Advertencia
Juan Fionello escribió:Pretender que esta tarde vuelva el rostro y te contemple
o que escuche en este instante,
entre ese mestizaje de sonidos,
-marchándose o llegando
hasta o desde mí, o a mi través, como si fuera
para los vientos este lugar la encrucijada-
el que produce el contorno de tus dientes
al penetrar en la zanja de tus labios,
quizá que piense en ti,
es una ofensa.
No a mí, que mis palabras
apenas sí conmueven al silencio,
sino a aquellos que reciben cada día,
sobre sus párpados calmos,
la luz recién duchada, laboriosa,
y esperan cada noche que las sombras
allanen, al abatirse, el camino
al satélite tenaz que te relata.
Ellos son a los que obligas a observarte,
los que aceptan sin remedio tu murmullo
y por ello no se escapan de inferirte.
A ellos témelos, no los provoques,
porque sin duda vengarán tu impertinencia.
Que interesante poema! Me gustan tus perspectivas. Uno de los retos de la comunicacion entre personas de toda clase social o de cualquier nivel educativo es mantener un balance ( o preferible aun) crear un ambiente en el que "el otro" gane confianza y se exprese. Tu poema se puede interpretar a varios niveles y a mi me llama la atencion ese personaje (narcista) impertinente:
"Ellos son a los que obligas a observarte,
los que aceptan sin remedio tu murmullo
y por ello no se escapan de inferirte."
Como de costumbre, una gran exploracion tu poesia.
ERA
© E.R.A.
"La gente habla a veces sobre la crueldad bestial del hombre, pero eso es terriblemente injusto y ofensivo para las bestias, ningún animal podría ser tan cruel como un hombre, tan artístico, tan artísticamente cruel."
Fyodor Dostoyevsky
"La gente habla a veces sobre la crueldad bestial del hombre, pero eso es terriblemente injusto y ofensivo para las bestias, ningún animal podría ser tan cruel como un hombre, tan artístico, tan artísticamente cruel."
Fyodor Dostoyevsky
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