Carcinoma de células basales o basocelular

Fig. 1. Carcinoma basocelular
Fig. 1. Carcinoma basocelular

Existen tres tipos principales de cánceres cutáneos, que se denominan melanoma maligno, carcinoma espinocelular y carcinoma basocelular.
El melanoma es el más agresivo, con alta tasa de mortalidad si no se detecta a tiempo, pero es el menos frecuente.
El carcinoma espinocelular también puede ocasionar metástasis o extensión a otros órganos, principalmente a los ganglios linfáticos. Por último, el  carcinoma basocelular que vamos a tratar aquí, en la raza blanca de todos los cánceres es el más frecuente, pero no suele ocasionar metástasis, por lo que tiene mejor pronóstico.
En Mallorca, aproximadamente se presentan  ochocientos casos nuevos cada año.

 

Fig. 2. Carcinoma basocelular
Fig. 2. Carcinoma basocelular

Se caracteriza por la presencia de placas eritematosas infiltradas o nódulos carnosos, de aspecto brillante-perlado, frecuentemente recubiertos de dilataciones capilares (fig. 1). Hay formas superficiales, pigmentadas, esclerodermiformes y ulceradas.
Se localizan en cualquier parte del cuerpo humano, preferentemente en las zonas expuestas al sol, como la cara y el dorso del tronco  (fig. 2). Más frecuente en personas de piel blanca, de ojos claros y a partir de los cuarenta años.
Se diagnostica por las características clínicas y se confirma por medio de la biopsia o estudio histopatológico, donde se aprecian nidos de células epiteliales parecidas a las de la capa basal, de núcleo prominente y basófilo, con tendencia a disponerse en empalizada periférica.

Su causa es el daño solar, tanto por exposiciones a lo largo de muchos años, como por quemaduras solares en la infancia o en la juventud. También se  ha implicado a sustancias químicas como el arsénico.

cáncer de piel
el carcinoma basocelular es el tipo
de cáncer de piel más frecuente
en todo el mundo

Como complicaciones puede invadir planos profundos de la piel y alcanzar gran extensión, o presentarse un importante número de lesiones, lo que dificulta su tratamiento. En los localizados en la cara pueden destruir la nariz, la oreja o el ojo con graves mutilaciones.
El tratamiento es principalmente quirúrgico, con extirpación completa de la lesión, que por este motivo es importante hacerlo cuando antes, y al ser el tumor más pequeño dejará menos secuelas cicatriciales.
En ciertas localizaciones o  los carcinomas muy grandes requerirán técnicas de cirugía plástica, con injertos y colgajos. Es radiosensible y se puede tratar con radioterapia, pero se utiliza mucho menos que la cirugía. Como no ocasiona metástasis no requiere estudio de ganglios linfáticos u órganos internos. Es frecuente que salgan nuevos tumores y pueden recidivar incluso trascurridos varios años, `por lo cual se requieren revisiones dermatológicas periódicas.

[hr]

Texto | JAVIER GUTIÉRREZ DE LA PEÑA.  DERMATÓLOGO.

Tel. 971 75 50 01